Nuevamente convocan a los gremios transportistas, escuelas, comercios e industrias a respetar la interrupción laboral y demandan al gobierno establecer un clima de paz.
La víspera, la capital de Haití se paralizó y solo unos pocos negocios abrieron sus puertas. Tampoco funcionó la transportación colectiva y disminuyeron de manera considerable los comerciantes informales.
En otras ciudades como Cabo Haitiano (norte) y Les Cayes (sur) también respetaron la huelga. En esta última, incluso, decenas de manifestantes salieron a las calles a demandar que el presidente Jovenel Moise culmine su mandato el domingo próximo.
El movimiento sindical denuncia el auge de la inseguridad, en particular el secuestro, un fenómeno que se recrudeció desde mediados del pasado año, sin que la Policía pueda contrarrestarlo.
Organizaciones de derechos humanos revelaron que al menos mil personas fueron víctimas durante 2020, aunque la cifra podría ser mucho mayor, alertaron.
Presidente reiterea promesa
El presidente Jovenel Moise reconoció el lunes último que el secuestro es una de las principales problemáticas del país, y reiteró su promesa de combatirlo.
También criticó a quienes presuntamente utilizan ese flagelo con fines políticos y desestabilizadores. «La justicia los perseguirá», dijo el mandatario durante una intervención en línea.
Además del paro, sectores de la oposición estiman que el mandato constitucional de Moïse expira el 7 de febrero y ya lograron un acuerdo para su sustitución por un juez de la Corte de Casación.
Esta franja promueve manifestaciones antigubernamentales y un llamado a levantamiento nacional para forzar al jefe de Estado a traspasar el poder.
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